Gruta de los pañuelos

Descubri el tesoro oculto entre pinos y eucaliptos: una gruta mágica que se ha convertido en un destino cada vez más sagrado para los peregrinos. En los últimos años, este lugar ha atraído a miles de almas en busca de fe y esperanza.
Como prueba de su paso, los visitantes depositan una ofrenda: un pañuelo que se ata a otros pañuelos. Así, se teje una cadena interminable de telas entrelazadas, representando los anhelos y peticiones que cada corazón confía a la imagen de la Virgen de Luján.
Este rincón sagrado tuvo su origen en el lejano 1949, cuando una pareja de inmigrantes italianos colocó una imagen de la Virgen sobre un pedestal natural dentro de la gruta. Ataron los primeros pañuelos, suplicando el regalo de un hijo que no podían concebir. Pocos meses después, regresaron a la gruta y anudaron otro pañuelo, esta vez en agradecimiento por el hijo que estaría por llegar. A lo largo de los años, la gruta continuó recibiendo una gran afluencia de visitantes, quienes siguieron uniendo sus pañuelos en una cadena muy extensa.
En 1982, se entronizó en la gruta una imagen de la Virgen de Luján, agregando un toque aún más sagrado a este lugar de profunda devoción. Adentrate en esta gruta mística y dejate envolver por la energía espiritual que se respira en cada rincón. Sentí la conexión con lo divino y descubrí el poder de la fe que une a todos aquellos que visitan este santuario.

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